sábado, 29 de noviembre de 2008

ADVIENTO

Tiempo de espera, tiempo de permanencia al regreso, a lo que ha de venir, a lo anunciado, tiempo donde aguardamos…

Siempre aguardamos, esperamos, deseamos que las cosas permanezcan si estamos bien, que cambien si estamos mal o simplemente no nos enteramos, o no nos preguntamos que esperamos en ese mañana que nunca parece llegar. ¿Por qué no llega? Porque nosotros mismos no sabemos con certeza cuál es nuestra espera, ayer esperábamos algo, hoy esperamos esto distinto y mañana quien sabe lo que nuestro capricho deseará. Quizás es que no esperamos nada.

Es tradición cristiana la celebración del Adviento, la espera de quien se dio por todos, por cada uno de nosotros, por los que se fueron y por los que vendrán.

Hoy en día en que la espiritualidad religiosa va descendiendo a pasos agigantados, surge la pregunta cuya respuesta ya conocemos. ¿Por qué celebramos el Adviento, porque se celebra la Navidad, en una sociedad laica, aconfesional? Las respuestas son diversas pero todos coincidimos en que la Navidad es ya una fiesta popular, social y cuyo único objetivo es el derroche, el consumismo y en muchos aspectos una parafernalia incoherente. Muchos hogares adoptan otras formas, otras tradiciones, otras costumbres, Papa Noel, Santa Claus, lucecitas y adornos que rompen la monotonía y dan un cierto cambio, otro tono, colorido artificial que distrae y da un sentido superfluo a estos días. Lo importante es cambiar, es que lo exterior permita cambios, candilejas, luces de neón, arbolitos transformados en absurdas perchas multicolores… Y dentro, ¿cómo nos sentimos? ¿cómo acoge nuestro sentir, la vida, el paso de los días, nuestra vida, nuestro ser persona, nuestra relación con los demás, el entorno, la comprensión, el sufrimiento, la belleza de la misma vida?, en definitiva ¿Cómo es el Adviento a lo largo de nuestra vida? ¿Qué aguardamos en nuestro día a día? ¿O no aguardamos nada, simplemente estamos? ¿Nos dejamos caer en los días como estas hojas de otoño que se mueven al son del viento que ventea?

Dejadme levantar mis pensamientos, tan erróneos y tan frágiles como mis mismas reflexiones… La sociedad de consumo en la que estamos inmersos nos arrastra, nos condiciona, nos confunde, nos manipula… pero siempre tenemos algunos espacios, épocas o momentos en los que sentimos el vacío, el sinsentido, la pobreza y la desgana del paso de los días; en otros nos bañamos en la dicha de sentirnos felices, de disfrutar con alegría las pequeñas cosas de cada instante y existen momentos en que no nos damos cuenta de que simplemente existimos, como si nuestra conciencia estuviera de vacaciones.

Respeto el sentir de cada uno, las creencias de cada uno, el ateísmo y la no confesionalidad, pero es innegable que el ser humano para sentirse en su plenitud, necesita de las dos dimensiones, de la plenitud de sus dos cuerpos, el externo y el del interior, el que compartimos y mostramos, con el que nos acompaña en el silencio y la soledad… tengo y vivo la sensación de que muchos “disfrutamos” sólo de uno de ellos, del que no requiere demasiado esfuerzo, el que simplemente ha de dejarse llevar, es nuestro exterior. El otro, el que habita dentro de nosotros, el que requiere generalmente de atención, de cuidados, de tiempo y espacio es el que descuidamos, al que no solemos prestarle demasiada atención, porque el de afuera le absorbe y le oculta.

Se celebra el Adviento, iniciamos esta semana el tiempo de espera, pero creo que toda nuestra vida es una Adviento, toda una andadura para ir descubriendo ese Ser que nos habita, ese ser desconocido que llevamos ocultamente y a veces como asfixiado en nuestro interior.

Iniciamos el Adviento, un tiempo de espera, un tiempo de algo o alguien que ha de llegar... os deseo que podáis recibir (que recibamos) a quien nos habita y está en nosotros y con nosotros desde siempre.

*

2 luces en el Silencio:

Anónimo dijo...

Gracias M.Angels por tus reflexiones,y me siento invitada también a compartir las mías. Este Adviento para mi tiene un sabor muy especial: el sabor del Silencio. EStaré muy en Silencio en esa nochebuena, cargada de nostalgia del Salvador...espero día a día, en este Adviento muy en Silencio al que eternamente ES. Siento que está loco el mundo al manifestar tanto alboroto y ruido al esperar esa noche Santa cargada de misterio, en donde el cosmos todo tendría que volverse cuna del Redentor...pocos somos (en comparación se entiende...) los que nos animamos a vivir este tiempo en total desnudez, es decir en auténtica contemplación del Altísimo...volvernos pastores del Amor, es decir del mismo Ser que nos habita...
Adviento, tiempo de Silencio, tiempo de espera, tiempo de ser.
Que nuestro Silencio compartido sea la Presencia Divina que se regala al mundo y lo rescata de la mera ilusión.
Desde lo más genuino de mi corazón, un abrazo inmenso,
Alexandra

Anónimo dijo...

Creo que el silencio no solo es para no hablar o para meditar en la nostalgia o para vivir en la dulce espera de quien va a llegar..es,me parece, algo mas...he aqui que nuestra espera es en el sentido de la transformacion de las cosas en vista de la resolucion que tome nuestro Dios con la presencia de un Cristo que ya esta aqui entre nosotros,..Es que debemos esperar a que todo cambie recien cuando Jesus venga?..Pero si cuando comemos la Eucaristia Jesus esta en nosotros..pues, que es lo que debemos esperar?..A que baje del cielo para salvarnos, habiendonos dado tantos dones y gracias para que vivamos en nuestro presente nuestro futuro?..Este adviento nos debe llamar al silencio para meditar donde esta Cristo y que es lo que estamos esperando :"Jesus ya nacio, ya crecio,vivio, murio y resucito.."y terriblemente no seremos salvados por su venida sino por nuestro propio presente,alertas constantemente a su proxima llegada...
Pocos meditan sobre esto, y terminan viviendo las fiestas como se les da la gana, algunos llenandose no solo de luces en base al consumismo, sino tambien de ideas totalmente idolatras, en el que se adora a un papa noel, en el que se compra el arbol mas grande solo por el brillo y donde el niño Dios es solo un complemento, el "algo lindo", "el anexo"...pero tambien debemos recordar a aquellos que en si, ni siquiera ponen una luz,ni un dibujo, nada que haga alusion a la fecha en que se festeja la gracia de Dios en la tierra,.. y tristemente, frente a sus hijos, estos padres quieren dar la imagen de revolucionarios o liberales haciendo que el dia de navidad sea solo un dia mas, en cierta forma mas que aburrido..
La esperanza de salvacion corre por sobre todo en el reconocimiento de que podemos y debemos cambiar,y desde alli,en base a nuesto esfuerzo,podemos sentirnos alegres y recibir con el corazon abierto la llegada de nuestro Señor, ya que si no lo hacemos de esta forma, la espera sera grata, pero el re encuentro con Cristo me parece que seria tragico...Se imaginan estar re felices por la llegada viviendo el adviento, y de pronto llega Cristo y nos encuentra con mas de una cuenta pendiente, con mas de un pecado sin reconocer, sin limpiar...
Este mensaje me parece que seria bonito compartir con los demas, es como un nuevo modo de ver el adviento..No les parece?..