martes, 31 de julio de 2007

LA CASUALIDAD NO EXISTE

Moratiel solía iniciar todos los encuentros diciéndonos que "la casualidad no existe", que no era por casualidad que estuviéramos allí y que estábamos los que teníamos que estar.

Dice también Moratiel en el diálogo del Discípulo del Silencio “es un proceso la vida y es un camino y... en cada, digamos en cada hora, en cada estación, tenemos la ocasión de beber, una fuente”.

Pensamos a veces porque nos ocurre este hecho, este incidente, esta discusión, aquel malentendido… y damos vueltas a lo sucedido, tenemos la necesidad de saber el por qué nos ocurre, el por qué nos pasa. Si la casualidad no existe, entonces... ¿qué significa el hecho de hallarnos en una circunstancia concreta? o ¿en un determinado suceso? o ¿con esa inquietud?

Hay personas que asumen la situación con verdadera y asombrosa benevolencia, otros reaccionan negativamente, incluso con cierto enojo o violencia, y algunos más necesitan respuestas; no sabemos exactamente qué respuestas, pero buscamos algo que le dé sentido a nuestras preocupaciones, a nuestras inquietudes, a nuestro malestar. Las cosas suceden, nos suceden las cosas porque así están quizás previstas para nosotros. Todo tiene un sentido y un por qué.

Es bueno tener inquietudes, la misma vida nos pone en situaciones que nos sacuden y nos tambalean para que reaccionemos o cambiemos nuestra mirada, para que no nos acomodemos a una vida rutinaria, a un cotidiano y monótono ritmo en nuestros días. Como dice Moratiel, la vida es un proceso y todo proceso requiere y necesita cambios, necesita modificaciones, es necesario que avancemos y evolucionemos; en la comodidad y en la rutina, nuestra andadura se estanca y se marchita.

La casualidad no existe, por eso el Silencio, el encuentro con nuestra verdad, con nuestro Ser más íntimo, puede ser nuestra respuesta.

2 luces en el Silencio:

Ana Belén dijo...

Ángels gracias por esta entrada. Me has hecho pensar... Estoy en un momento de "cambio". Tengo que aceptar la actitud distante y silenciosa de una persona que he querido mucho y que todavía amo. Intenté hablar con él, pero no ha servido de nada... parece que incluso lo he empeorado todo.
En estos momentos solo intento conseguir silencio interior y confiar en que como tu dices todo ocurre por alguna razón (aunque a veces la desconocemos). Tal vez cuando consiga ese silencio interior podré escuchar mejor todo lo que ocurre a mi alrededor y comprender cosas que ahora mismo son totalmente desconcertantes e incomprensibles. Gracias de nuevo. Tus palabras me han aliviado y dado un poco de paz:)

Un abrazo

àngels dijo...

es difícil Ana hallar sentido a muchos de los sucesos de nuestra vida, queremos, necesitamos y casi que exigimos respuestas del por qué suceden las cosas de una forma distinta a como queremos o deseamos... no hay más respuesta que el tiempo, la calma, la aceptación y saber mirar (en la medida de lo posible) con la mirada del otro, a veces es toda una heroicidad

un abrazo y ojalá en el tiempo halles alguna respuesta

àngels