viernes, 14 de septiembre de 2007

MI CONCEPTO DE DIOS

Mi concepto de Dios era parecido al Dios de Sartre, donde Dios era ese ojo que todo lo ve por mucho que te escondas, ese dedo acusador cuando actúas fuera del orden establecido, esa obligación de ir a misa todos los domingos si querías ser un buen cristiano, ese tener que ser bondadoso, caritativo y fiel ejecutor de los mandamientos y… todo lo demás.

Felizmente el Padre Moratiel cambió esos conceptos. ¿Cómo? No sabría como decirlo, pero escuchar la sencillez de sus palabras, entender su simplicidad de las cosas, comprender que la felicidad está al alcance de todos, que lo sencillo es lo más hermoso, que el amor todo lo puede… despertó en mí a ese Dios cercano, ese Dios próximo que habita en el hombre, ese Dios… que te acepta y te ama tal como lo que eres. Sin más.

Ahora, Dios no quiere que hagas nada a la fuerza, Dios quiere tu libertad y la donación por ti mismo, por Amor a Él, independientemente que tus actos no sean los que marquen los cánones terrenales. Ese Ser que todos llevamos dentro, para mí es Dios, de alguna forma hay que llamarle, y necesito que Dios exista.

Los avatares de la vida nos plantean a lo largo de nuestra existencia muchos interrogantes, muchas preguntas, muchos porqués. Nuestro hacer con los demás, con los nuestros y con el resto del mundo… no puede ser lo mismo una cosa que otra. No es lo mismo el que mata que el que ama, el que agrede que el que acaricia y por eso la vida no puede ser simplemente nacer, vivir y morir. Es mucho más importante, diría que es lo más importante, lo que un alma ama, lo que siente, lo que uno da, lo que uno ofrece libremente… todo aquello que no se ve o no se puede mostrar. Si después de una andadura por esta tierra todo termina con la muerte, todo desaparece bajo tierra, pues… apaga y vámonos.

Creo que el amor que uno siente por otro ser humano, la entrega de uno hacia el otro, la compañía, la escucha, la presencia, la amistad… ha de perdurar más allá de la propia existencia de uno, el cuerpo se queda aquí pero el sentir y la vida del alma sigue el camino más allá de la muerte de otra forma, de otra manera, que no sabría como explicar.

2 luces en el Silencio:

Anónimo dijo...

El sábado asistí a un triste acto, digo que triste, porque se nos ha educado conforme a que la muerte de un ser querido o amado, es una triste realidad existencial que nos deja un hueco que en ningún caso puede llenarse. Esa vida material, simplemente deja de estar entre nosotros. Hace no mucho tiempo, incluso hubiera pensado que esa existencia solo pasaria a formar parte de un álbum de recuerdos y de fotografias de las que se guardan en un cajón que unos pocos, miran alguna que otra vez.
Pero, hoy por hoy y a la luz de ese evangelio que hemos conseguido madurar y felizmente reinterpretar, ahora sabemos que si bien la materia perece, el alma y todo lo que supone avanzar con ella o gracias a ella, pertenece a Diós, pero también nos pertenece a los hombres, que miramos con ojos d'esperanza y con ansias de forjarnos fruto de la semilla de quienes nos precedieron y que con sus enseñanzas trazarón el camino de los justos y limpios de corazón.
Gracias a ti Anna Maria y por todo lo bueno que tu representaste para los que a partir de ahora hablaran de ti y por ti, seguiremos avanzando hacia una humanidad más justa y comprometida.
Ese es también mi modelo de cristo hijo de Diós, Diós en si mismo.

Anónimo dijo...

Lo primero que se me ocurre es aclarar que sea cual sea el concepto que tenga de Dios es totalmente parcial, limitado, estrecho y por lo tanto...pequenísimo...
Dios es mucho más de lo que podamos pensar o decir de El...pero decir eso ya es decir algo.
Pero si, siento la certeza que es válido preguntarse cómo es Dios...quién es El...y es en la misma pregunta (sin una respuesta que satisfaga a todos totalmente) que se nos manifiesta como un Misterio.
A mi me fascina este Dios misterioso, que no se deja encapsular en nada...que lo trasciende todo que siempre está "más allá"...que se nos "escabulle"...que por más que intentemos manipularle...El...siempre gana, nos vence...y no queda otra salida que reconocerlo, aceptarlo y sobre todo dejar que nos ame a su antojo o sea "sin medida".
Hay muchos caminos para encontrarle...muchas religiones, muchas culturas, muchas expresiones tal vez sean tantas como tantas sean las personas...
Pero...no estoy de acuerdo en hacer una especie de "zapping" como buscando el canal que más nos calza, probando distintas alternativas que el exterior nos propone... eso sería picotear y perder el tiempo...
La búsqueda de Dios más universal tengo la certeza que es la de buscarle en nuestro corazón...sólo así podemos experimentar al otro como hermano con un corazón igual al mío..que sufre, que ama, que espera, que se equivoca, que perdona. En el corazón del otro con sus miserias y sus tesoros al igual que en el mío, es que voy descubriendo a Dios.
Es en el camino de la vida que Dios se me va manifestando, en la "andadura de mi corazón".
Quién no ha experimentado la soledad, el miedo, la tristeza, la incertidumbre, la miseria...quién no ha experimentado la esperanza, el amor, el perdón, la alegría, la dicha de sentirse amado...creo que todos...en esa experiencia...conocemos quién es Dios...
Y al corazón se le conoce gracias al Silencio...es en el Silencio donde el corazón se revela...y por lo tanto el que se revela es Dios
Y qué es optar por el Silencio? optar por el Silencio es optar por: quedarnos sin nada,por no ganar nada, por no llenar el vacío con nada, es como dejarse caer en suspenso...sin tener idea donde iremos a dar...o mejor dicho sabiendo de antemano que alli donde iremos a parar es el mejor lugar...es nuestro lugar, el verdadero.
Y esto pasa una vez, y otra y otra...a medida que pasa una y otra vez y vamos experimentando un especie de Presencia que nos sostiene pero "despojándonos"...es decir a mayor despojo mayor presencia...es cuando nos permitimos crecer. Y la Vida nos desborda, y la alegría nos inunda y el Amor lo puede todo.
El Silencio me rescata día a día...me dice quién soy, me orienta en la oscuridad y sobre todo en estos días experimento con total certeza que El es mi Fuerza porque yo encerrada en mi debilidad ya no podría más vivir.
El Silencio es el Camino, la Verdad, y la Vida.